El sexo y las sensaciones que produce no debe ser vergonzoso, es algo hermoso, una bendición de Dios, es parte de nosotros, nos acompaña toda nuestra vida, desde los procesos que se producen en nuestros cuerpos, que nos permiten ser potenciales reproductores, hasta cualquier pensamiento o sensación hacia potenciales parejas sexuales.
Pero el sexo es reservado para un compromiso de pareja equiparable a el matrimonio, un tipo de compromiso que solo se puede corroborar realmente, si la pareja pasa por los emocionantes, costosos, hermosos y porque no decirlo, engorrosos procesos que conllevan la ceremonia de matrimonio, y a un posterior y largo convivir juntos, que técnicamente solo puede romperse con la muerte de alguno de los dos.
A parte de todas las horribles y a veces mortales enfermedades que nos puede producir una serie de relaciones sexuales promiscuas, y lo arruinada que puede quedar la vida, específicamente de la mujer si queda embarazada sin planificarlo, situación que esta arruinando al mundo entero (falta de planificación social, que se traduce en gastos de ayuda gubernamental en los diferentes países del mundo, etc.).
A parte de todo eso, yo como defensora de que las personas tenemos corazón (que es lo mismo que la mente o el alma), también reconozco que las personas tenemos espíritu (en diferentes estados).
Y aquí viene la principal razón de porque es importante la abstinencia sexual hasta el matrimonio, la energía que compartes con otra persona durante el acto sexual, lo compenetrados que están, la cercanía, es algo que afectará tu vida, el resto de tu vida, te marcará y probablemente te traume de por vida, trayéndote afecciones mentales y espirituales, si esa no es la persona indicada y comprometida que tu quieres y necesitas para expresar ese hermoso acto, cuya finalidad es el placer, pero también la reproducción de nuestra especie, tu no te quieres reproducir por equivocación con cualquiera, ni que cualquier idiota te pegue algo.
La abstinencia sexual no es algo ridículo, obsoleto, antiguo o vergonzoso, es tan hermoso como el sexo, es como la espera de un bebé, es tan hermoso como tenerlo ya en tus brazos, la espera comprometida, por tu bien, por el bien del futuro amor de tu vida, por el enriquecimiento de tu futura relación.
Piénsalo, ayúdate, prometetelo a ti mismo, yo me lo prometo aquí y ahora, por todas estas razones y muchas otras. Pero bueno es decisión de cada quien.

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